Fersaiz SL Blog 

En esta sección publicaremos artículos de gran interés relacionados con nuestros servicios.

A continuación, introduce su correo para recibir nuestro boletin de novedades.


ABONO DE FONDO Y DE COBERTERA: N P K.

23/01/2020

NITROGENO N: Es frecuente considerar el nitrógeno como el elemento mas importante en la nutrición vegetal; esta consideración no es exagerada si se piensa que, no tenidos en cuenta el C, O2 Y H2, es el elemento que en mayor cantidad es requerido por los vegetales; que es un componente de las proteínas, ácidos nucleicos y otros compuestos de la célula vegetal; y que, además, es el único elemento del que no se dispone en la roca madre. Se consideran cultivos muy exigentes en nitrógeno: Caña de azúcar, col, maíz, melón, naranjo, (su exceso en la última fase de desarrollo del fruto, hace que su piel sea basta y que se bufe), patata, platanera, remolacha, tabaco (el exceso de nitrógeno en tabaco, retrasa su maduración) y tomate; se consideran poco exigentes: Almendro, avellano, avena, castaño, centeno, manzano, peral, olivo, rábano y vid. Para que exista nitrógeno a disposición de las plantas o bien el nitrógeno atmosférico debe ser fijado por alguno de los microorganismos del suelo (Fijación) o bien ser recuperado de restos orgánicos (Mineralización), o, por último, ser aportado por el Hombre (Fertilización). Los abonos nitrogenados se pueden presentar como: a) Abonos nitrogenados sólidos: Normalmente se aplican sobre la superficie del suelo seguida de una ligera incorporación. Pueden aplicarse en pre-siembra (sementera) o en post-emergencia del cultivo (cobertera), en determinados estados fenológicos. Existen formulaciones para su empleo en fertiirrigación y para ser aplicadas por vía foliar. b) Abonos nitrogenados líquidos: Se trata de diluciones de ácido nítrico, amoniaco a alta presión (gas licuado), soluciones de amoniaco y nitrato amoniaco (soluciones de baja presión), soluciones de amoniaco sin presión y de soluciones, también sin presión, de distintos compuestos nitrogenados.

FÓSFORO P: Es uno de los macronutrientes esenciales. Esta esencialidad es debida a que entra a formar parte de los ácidos nucleicos, fosfolípidos y otros componentes del material celular, así como por ser el elemento clave en el transporte de energía y por intervenir en la respiración, fotosíntesis y reducción de nitratos. La riqueza en fósforo de un fertilizante se expresa en pentóxido de fósforo (P2O5). El fósforo induce la formación de un activo y potente sistema radicular por lo que resulta especialmente indicado en cultivos de remolacha, nabo, zanahoria, etc. y en los que se forma; en alfalfa, aumenta la producción de heno y el contenido de fósforo de éste. Favorece la floración e influye marcadamente en la cantidad, peso y calidad de las semillas y frutos. Los cultivos resultan más resistentes a las plagas y enfermedades y responden mejor a los efectos del granizo, vientos y otros agentes. Activa la flora microbiana del suelo con lo que se favorece la descomposición de la materia orgánica y la fijación de nitrógeno atmosférico. Numerosos cultivos anuales, cereales, toman de la solución nutritiva del suelo la mayor parte del fósforo que necesitan durante la etapa de formación del sistema radicular, motivo por el que debe sr aportado al comienzo del cultivo. En cultivos plurianuales, plantaciones leñosas, establecidas en suelos básicos o muy ricos en calcio, el fósforo aportado, pasa rápidamente a formas insolubles, por lo que es aconsejable no aplicarlo “a toda la superficie” sino en surcos o en hoyos lo que permite mantener una parte en forma soluble durante más tiempo. Las micorrizas lo absorben con más facilidad que las especies cultivadas y lo ceden a éstas; por ello, favorecer el establecimiento de este tipo de simbiosis redunda en un mejor aprovechamiento del fósforo. En la mayoría de suelos españoles se encuentra en baja cantidad y en forma de fosfatos tricálcicos, insolubles en agua, que lentamente pasan a la solución del suelo. Por ello se hace necesario un correcto abonado en nuestros cultivos. Se consideran cultivos muy exigentes en fósforo: Alcachofa, alfalfa, arroz, calabaza, caña de azúcar, esparceta, melón, nabo, plátano, remolacha y zanahoria; mientras que resultan poco exigentes: Ajo, avena, castaño, cebada, centeno, lenteja, manzano, pepino, peral y vid. El exceso de fósforo puede inducir carencias de Zn y Fe, aun cuando estos elementos se encuentren en suficiente cantidad a disposición de la planta. Los elementos carenciales, en este caso, deben ser suministros vía foliar.

POTASIO K: Es uno de los elementos esenciales mayores, es decir, que en mayor cantidad se encuentran en las plantas. Su esencialidad no se basa en que directamente forme parte de las moléculas que pudiéramos llamar esenciales sino, más bien, porque su presencia regula fenómenos o procesos vitales tale como: Economía del agua, metabolismo de glúcidos y proteínas, etc. En este sentido, incide en la absorción vía radicular y foliar, en la apertura y cierre de estomas y resistencia de las plantas a la salinidad, sequía y frío. Regula la turgencia celular, es decir, pone a punto el sistema en el que han de producirse las reacciones vitales, algunas de las cuales, parece ser, cataliza. La presencia de potasio en cantidades adecuadas facilita la formación de órganos ricos en agua y azúcares; tales como raíces, tubérculos y frutos y favorece la consistencia del tallo y brotes (síntesis de celulosa y lignina) dificultando el encamado. Se consideran cultivos muy exigentes en potasio: Alfalfa, caña de azúcar, cebolla, coliflor, maíz, patata, remolacha, tabaco, tomate, trébol, y zanahoria; se consideran poco exigentes: Ajo, almendro, avena, cebada, cacahuete, castaño, centeno, garbanzo, manzano, y trigo. El potasio es móvil en la planta; por lo que, su deficiencia se manifiesta en las hojas viejas (sequia del ápice y bordes, pardeado de las hojas de la vid, etc.); pero, cuando esto ocurre, la deficiencia es grave. Con anterioridad trascurre un periodo de subcarencia, sin síntomas, pero con notable disminución de la cantidad y calidad de los frutos. El potasio puede encontrarse en el suelo en tres formas: Formas minerales insolubles en agua y muy estables: O no es utilizable por las plantas o lo es a muy largo plazo; en forma insoluble pero más o menos movilizable por la actividad de los microorganismos del suelo o por la acción de abonos tales como superfosfato de cal, sulfato amónico o enmiendas como la cal: Resulta aprovechable por las plantas a corto plazo; y e forma soluble: Directamente asimilable. Dado que el potasio es bien retenido por los coloides del suelo, salvo en suelos arenosos o limoarenosos, no deben temerse pérdidas por lixiviación y, por tanto, es aconsejable que los abonos que lo contienen se distribuyan con anterioridad a la siembra. En cultivos herbáceos, aplicar un mes antes de la siembra; en cultivos leñosos, durante la parada invernal salvo en naranjo que se aplicara en febrero y julio. En suelos deficitarios y con elevada capacidad de retención (arcillosos), se aconseja sea aplicado en forma localizada. La riqueza en potasio de un fertilizante se expresa en óxido de potasio (K2O).

(información obtenida en CARLOS DE LIÑÁN
VADEMECUM 2019)

Relación de semillas certificadas FERSAIZ SL 2019

28/10/2019


Compromiso con el medio ambiente. Punto de recogida de envases en  Fersaiz S.L

18/02/2017

 

Información Básica sobre la clasificación de herbicidas.

25/10/2015

Un herbicida es un producto fitosanitario utilizado para eliminar plantas indeseadas. Algunos actúan interfiriendo con el crecimiento de las malas hierbas y se basan frecuentemente en las hormonas de las plantas.

Clasificación

No existe un solo sistema de clasificación de los herbicidas. Los diferentes sistemas se basan en criterios muy dispares, como su naturaleza química, su mecanismo de acción o su toxicidad. No obstante, podemos dividirlos:

Según su persistencia

  • Residuales: Éstos se aplican al suelo, sobre la tierra desnuda y forman una película tóxica que controla la proliferación de las malas hierbas al atravesarla durante su germinación. Dos aplicaciones al año de herbicidas residuales pueden ser suficientes para mantener un suelo limpio de malas hierbas anuales que nacen de semilla. Normalmente no son activos sobre especies perennes que rebrotan a partir de rizomas, estolones o bulbillos; sí lo son en cambio si la mala hierba nace de semillas (p. ej., Terbutilazina).
  • No residuales: se degradan normalmente en poco tiempo por lo que solo actúan sobre las plantas sobre las que caen cuando se aplican. aparte de esto su clasificación se diferencian de acuerdo a la planta

Según su movilidad dentro de la planta

  • Sistémicos: Se aplican sobre la planta, se absorbe y al ser traslocado a otras zonas de la planta a través del floema puede afectar a zonas de ella sobre las que el producto no cayó al tratarla. (p. ej., Glifosato).
  • De contacto: no se traslocan por el floema por lo que solo afecta a las zonas de las plantas sobre el que caen. (p. ej., Paraquat).

Según la acción sobre las plantas

  • Selectivos: Son aquellos herbicidas que respetando el cultivo indicado eliminan las hierbas indeseadas, o al menos, un tipo de ellas. (p. ej., la metribucina en cultivos de patata, gladiolo y otros)
  • No selectivos: eliminan una gran gama de familias de plantas (p. ej., el glifosato). Por ello además de las labores de campo, son ampliamente utilizados para zonas industriales, carreteras etc. Para aplicarse en terrenos con determinados cultivos se debe tener precaucion para no afectarlos.

Según el momento en que debe aplicarse

  • De preemergencia: Se aplican antes de la emergencia o germinación del cultivo. ( por ejemplo Terbutilazina)
  • De postemergencia: Se aplican después de la emergencia o germinación del cultivo.
  • Existen herbicidas que pueden ser aplicados en preemergencia o postemergencia según sea el cultivo, el terreno, la climatología y otros factores.